Óscar Martínez, nuevo académico de número

Óscar Martínez tomó posesión ayer, 6 de junio, de su plaza como miembro de número de la Academia Argentina de Letras con un discurso titulado La palabra en acción. La dramaturgia y la narrativa: dos formas literarias contrapuestas. El nuevo académico ocupará el sillón Ventura de la Vega, vacante desde el fallecimiento de Rodolfo Modern.

Abrió el acto la presidenta de la corporación, Alicia Zorrilla. La bienvenida a la corporación estuvo a cargo del académico Santiago Kovadloff.

Óscar Martínez dedicó sus primeras palabras a hablar sobre el teatro y su trabajo como actor. «El teatro consiste en un mutuo acto de fe en el hecho imaginario entre el espectador y los intérpretes; pero son los intérpretes los responsables de despertar en el espectador ese acto de fe y de velar por él. "El escenario hay que ganárselo", decía mi maestro. Para que esa fe no se fracture, el actor debe hacer suya la pasión del personaje, asumiendo su alteridad como propia. Si él cree, si en lugar de simulacro hay compromiso real, el espectador creerá y la liturgia del fenómeno escénico se habrá cumplido y habrá tenido sentido», explicó.

EL TRABAJO DEL DRAMATURGO

Sobre su faceta como dramaturgo, el académico dijo: «El trabajo del dramaturgo, en suma, es plasmar en su obra "el horror de vivir en lo sucesivo", como tan magistralmente describió el inefable Borges la experiencia de la vida humana. En ello estriba su alcance, su condicionamiento a la hora de encarar la escritura de una pieza, y su peculiaridad específica».

Tal y como explicó, «el dramaturgo, a diferencia del narrador, sabe de antemano que su obra no es tal, hasta no ser representada. Acepta resignadamente esta fatalidad de escribir una literatura que no fue hecha para ser leída, sino reinterpretada y representada por otros».

El nuevo académico cerró su discurso con estas palabras: «Como dije al comienzo, me he pasado la vida representando ficciones, realidades imaginarias, de modo que mi vida ha sido gobernada por una axioma al que no puedo renunciar: no aburrir al público. Espero no haberlo traicionado».

ACTOR Y DIRECTOR

Actor, autor y director teatral, Óscar Martínez empezó a trabajar a los veintiún años de forma profesional e ininterrumpida hasta hoy. Su carrera ha cumplido cuarenta y cinco años y está jalonada por notables éxitos en teatro, cine y televisión.

Se ha hecho acreedor a los más importantes premios que se otorgan en la Argentina en las tres disciplinas, algunos, en repetidas ocasiones: ACE, ACE de Oro, Konex de Platino, SUR (Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas), Molière, María Guerrero, Martín Fierro, Cóndor de Plata, Estrella de Mar, Estrella de Mar de Oro, Clarín, Premio Municipal, entre muchos otros.

Recibió también importantes distinciones internacionales: mejor actor Festival Internacional de Cine de San Sebastián (por El nido vacío); mejor actor, Festival Internacional de Cine de Venecia (por El Ciudadano ilustre); mejor actor, Festival de Málaga (por Kóblic); mejor actor de cine iberoamericano (Premios Platino); mejor actor, Festival Latinoamericano de Japón, por citar algunas.

Ha dirigido en teatro a numerosos y distinguidos intérpretes, entre quienes se cuentan Carmen Maura, Héctor Alterio, Cecilia Roth, José Sacristán, Mercedes Morán, Julio Chávez, Claudia Lapacó o Darío Grandinetti.