Fallece don Ricardo Alegría

El ilustre antropólogo e historiador, académico de número de la APLE, falleció el pasado 7 de julio. En su honor y memoria la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española otorgará cada año el Premio Ricardo Alegría a la mejor tesis de maestría o disertación doctoral sobre literatura puertorriqueña presentada ante el Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico.

Don Ricardo Alegría fue un defensor infatigable del acervo cultural puertorriqueño y de nuestra lengua vernácula, la seña más preciada de nuestra identidad.  Autor de numerosos libros sobre historia, arqueología y folclore puertorriqueño y antillano.  Su gestión de conservación y animación cultural, como primer director ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña, le valió el justo reconocimiento internacional y la admiración unánime e imperecedera del pueblo puertorriqueño.

El distinguido académico nació el 14 de abril de 1921 en el Viejo San Juan. Cursó estudios en la Universidad de Puerto Rico y obtuvo una maestría en Antropología e Historia de la Universidad de Chicago en 1947.  En 1954 recibió el grado doctoral en Antropología de la Universidad de Harvard.

Fue catedrático de Antropología e Historia de Puerto Rico en la Universidad de Puerto Rico desde 1945 hasta 1976.  En ese centro docente dirigió el Museo de Historia, Antropología y Arte, de 1946 a 1955.

En 1955 fue designado primer director ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña, cargo que ocupó hasta 1973. Desde esa posición fue responsable de la fundación de numerosos museos a todo lo largo y la ancho de la isla de Puerto Rico.  También creó una red de centros culturales en todo el país en los cuales la gestión cultural del Instituto halló profunda resonancia. En el 1976, fundó y dirigió el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.  Asimismo, en el 1988, fundó y dirigió el Museo de las Américas en el Viejo San Juan.

Como parte del Instituto de Cultura Puertorriqueña, Ricardo Alegría creó el Programa para la conservación y restauración de los monumentos y zonas históricas de Puerto Rico.  Bajo su dirección se restauraron monumentos y espacios como el Centro Ceremonial Indígena de Utuado, las ruinas de Caparra, el Castillo de San Jerónimo, la iglesia de Porta Coeli, las casas de Luis Muñoz Rivera y del Callejón, Casa Blanca, el Convento de Santo Domingo, la iglesia de San José y el edificio del Seminario Conciliar San Ildefonso.  Pero su magna obra conservacionista fue propiciar los estatutos legales y reglamentarios que permitieron la conservación y restauración de la ciudad colonial del Viejo San Juan.  Por su prestigio como conservacionista del patrimonio edificado fue requerido como asesor en trabajos de restauración por los gobiernos de la República Dominicana, Cuba, Venezuela, Haití, Perú, Guatemala y la isla caribeña de Granada.

Entre los más de treinta títulos publicados por Ricardo Alegría figuran Historia de nuestros indios (1950), Cuentos folclóricos de Puerto Rico (1967), Descubrimiento, conquista y colonización de Puerto Rico, 1493-1599 (1969) y La vida de Jesucristo según el santero puertorriqueño Don Florencio Cabán (1982).

A lo largo de su fructífera vida, Ricardo Alegría recibió muchos honores y distinciones, entre otros, la Condecoración Turismo del Gobierno de España (1959), Premio Extraordinario del Instituto de Puerto Rico en Nueva York (1982), Medalla «Picasso» de la UNESCO en reconocimiento a la extraordinaria aportación al patrimonio cultural (1993).  En su honor se inauguró, en 2005, la Plazoleta Ricardo E. Alegría y se develó la escultura «El ángel guardián del Viejo San Juan».