Silvia Betti, Gerardo Piña-Rosales y Domnita Dumitrescu durante la presentación del Diccionario.

Academia Norteamericana de la Lengua Española

Presentación del Diccionario de la lengua española en Denver

20 de Julio de 2015

La Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) presentó la vigesimotercera edición del Diccionario de la lengua española ayer, 19 de julio, en Denver (Colorado) durante el 97.º Congreso Anual de la Asociación Americana de Profesores de Español y Portugués (AATSP).

En el acto intervinieron el director de la ANLE Gerardo Piña-Rosales, la académica de número Domnita Dumitrescu y la académica correspondiente Silvia Betti.

Domnita Dumitrescu comenzó la presentación con una conferencia titulada «Tradición e innovación en el diccionario académico». Hizo un breve recorrido histórico por los antecedentes de esta obra lexicográfica, desde el Diccionario de autoridades de 1726-1739, que sentó las bases de todos los diccionarios académicos posteriores, hasta la edición actual, fruto de la colaboración de las veintidós corporaciones integradas en la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE).

OBRA PANHISPÁNICA

Después de ofrecer datos sobre de las innovaciones introducidas en el diccionario, Domnita Dumitrescu hizo hincapié en el deseo de las academias de estar en constante relación con la sociedad a la que el diccionario se dirige. También animó a los asistentes a unir esfuerzos para dar a conocer «entre nuestros estudiantes y nuestros colegas, todavía prisioneros de prejuicios o simplemente carentes de información al día, la ingente labor que las academias de la lengua están llevando a cabo de forma mancomunada, y desde una plataforma científica moderna y abierta, totalmente representativa del pensamiento global del siglo xxi y no de valores perimidos y miopes de los siglos pasados, para defender y promover la segunda lengua del mundo, que es el español de hoy día».

La segunda intervención estuvo a cargo del director de la ANLE, Gerardo Piña-Rosales. En su ponencia, titulada «La 23.ª edición del diccionario: Vino nuevo en odres viejos», explicó cómo se elabora un diccionario académico, sus fuentes documentales y algunas palabras que fueron aceptadas recientemente, como tuitear, tuitero, dron. Piña-Rosales señaló las modificaciones introducidas en el caso de algunas acepciones, así como la corrección política en el diccionario y los excesos del lenguaje sexista.

EL ESPANGLISH

Por su parte, Silvia Betti, profesora de la Universidad de Bolonia (Italia) y miembro correspondiente de la ANLE, habló sobre el espanglish. Partió de la definición del término, que entró por primera vez en el diccionario en esta última edición, y que, en su formulación inicial suscitó un intenso debate entre los lingüistas estadounidenses. En una primera propuesta, plasmada como avance de la 23.ª edición, aparecía como «modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos, en la que se mezclan, deformándolos, elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés».

Betti resumió los principales argumentos de aquella discrepancia y mostró cómo la definición llegó, ya modificada, a la actual edición impresa del Diccionario, en la que se eliminó la alusión a la «deformación idiomática» hasta quedar así: «Modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos en la que se mezclan elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés».

La hispanista italiana hizo una serie de consideraciones acerca de cómo debe interpretarse, tanto en los ojos de la opinión pública como en el aula, este fenómeno comunicativo peculiar de los latinos estadounidenses. A su juicio, el espanglish es «una forma verbal e identitaria que algunos ven como creativa, otros automática, otros abominable, pero que quizás es simplemente el símbolo de un tercer espacio nacido de la experiencia de la migración, del exilio, del acceso limitado, para muchos latinos, a los derechos sociales, políticos, civiles y culturales».

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