De izquierda a derecha: Rafael Roncagliolo Orbegoso, embajador de Perú en España; Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, y Ricardo Silva-Santisteban, presidente de la Academia Peruana de la Lengua.

La Academia Peruana y la RAE recuperan el «Quijote» ilustrado de Ricart

28 de Junio de 2016

La Academia Peruana de la Lengua se ha sumado a las conmemoraciones cervantinas que se celebran en todo el mundo, especialmente en el ámbito hispanohablante.

Hoy se ha presentado en la sede de la Real Academia Española (RAE) y de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) una edición de las xilografías de una de las más singulares ediciones artísticas del Quijote, impresa en 1933 y debida a la mano de uno de los ilustradores más importantes de la época: el artista catalán Enric. C. Ricart. El acto ha estado presidido por el embajador de Perú en España, Rafael Roncagliolo Orbegosoel presidente de la Academia Peruana de la Lengua, Ricardo Silva-Santisteban, y el director de la RAE y presidente de la ASALEDarío Villanueva.

Ilustraciones para el ingenioso hidalgo don Quijote de la Macha reproduce los dibujos realizados por Enric C. Ricart para la edición norteamericana The Ingenious Gentleman Don Quixote of la Mancha, impresa en 1933 en la histórica imprenta Oliva de Vilanova y distribuida en 1934.

Además, el libro recoge otros trabajos del autor relacionados con Cervantes: las ilustraciones de una edición  de 1947 de las novelas intercaladas en el Quijote —El curioso impertinente e Historia del cautivo—, preparada por Martín de Riquer, y las que posteriormente hizo para la edición, en 1950, de las novelas ejemplares El casamiento engañoso y El coloquio de los perros.

ENRIC-C. RICART 

Enric-C. Ricart nació en Barcelona en 1893 y fue un artista precoz. Después de pintar durante algunos años, al llegar a los veintiséis se inclinó por la xilografía y participó en la ilustración de libros que se publicaron en España y en el extranjero.

Ilustró la obra maestra de Próspero Mérimée, Carmen (1920), y los Conies Ancieris de Fleuret, así como La vida es sueño (1933) de Calderón de la Barca. Ese mismo año fue escogido por Limited Editions Club, célebre y prestigiada casa editora estadounidense de libros ilustrados, para preparar las xilografías de Don Quijote que, junto con la traducción inglesa de John Ormsby, apareció al año siguiente. Como acostumbraba con muchos de sus libros, el Limited Edition Club escogió la imprenta de Víctor Oliva en Barcelona para producir la edición. Las ilustraciones de Ricart para la obra clásica de Cervantes destacan entre las más singulares de las publicadas durante el siglo xx de un libro al que se han dedicado numerosas creaciones en el campo artístico.
 

ICONOGRAFÍA DEL QUIJOTE

Como explica Darío Villanueva en la presentación de esta edición, «de 1614, cuando aún no se había publicado la segunda parte del Quijote, datan las primeras imágenes conocidas del caballero andante, su escudero y otros personajes de la novela. […] Esto nos habla de la fácil e inmediata traslación del personaje literario a la cultura popular del Barroco».

El modelo iconográfico español comienza tímidamente, señala Villanueva, y «la conciencia de que España no estaba a la altura de Holanda, Inglaterra o Francia en la ilustración textual de la obra maestra del Príncipe de sus ingenios pesa en la decisión que la Real Academia Española toma en su junta ordinaria del 11 de marzo de 1773 para promover “una impresión correcta y magnífica de Don Quixote que es la principal y más perfecta obra de Cervantes”».

El taller elegido fue el de Joaquín Ibarra; se fabricó papel especial para la edición y se tomó como referencia el Quijote publicado por el mismo Ibarra en 1771. La obra, una joya bibliográfica editada por la RAE en cuatro volúmenes, con ilustraciones de los mejores grabadores de la época, apareció en 1780. «Pero este destacado capítulo de las ilustraciones librescas que tan esplendorosamente representa la edición académica de 1780 no constituye sino uno de los manantiales para lo que enseguida se convertiría en una verdadera cascada iconográfica», añade Villanueva.

Durante el siglo veinte, Don Quijote continuó su camino entre muchas ediciones y traducciones a través del mundo. En la conmemoración de los cuatrocientos años de la muerte de Cervantes, a juicio de Ricardo Silva-Santisteban, «el mejor homenaje que se puede rendir a esta obra maestra es volver a editarla y traducirla, pero también recordar alguna de las ilustraciones maestras que la han acompañado en su travesía. Así, tanto la Real Academia Española como la Academia Peruana de la Lengua han considerado pertinente publicar las ilustraciones de una de las más destacadas ediciones artísticas del siglo xx que ahora ofrecemos».

Imágenes del Quijote de Ricart

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