Elegido el 9 de noviembre de 2006, tomó posesión el 27 de septiembre de 2007 con el discurso titulado El acróstico panameño. Ocupa la silla N, que antes perteneciera al abogado Eusebio A. Morales, el expresidente Harmodio Arias Madrid y su padre, el poeta Eduardo Ritter Aislán. 

Es el actual censor de la Academia Panameña de la Lengua.

Doctor en Ciencias Jurídicas con especialización en ciencias socioeconómicas, egresado de la Pontificia Universidad Javeriana, es profesor de Derecho Constitucional y Derecho Civil en la Universidad de Panamá y en la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología. Fue canciller de la República y ministro de Relaciones Exteriores, de Trabajo, de Gobierno y Justicia, y de Asuntos del Canal.

Articulista de renombre y ensayista, entre sus títulos se destacan Los secretos de la nunciatura (1990); La reencarnación de Andrés Bello, obra crítica sobre la desproporción de honores otorgados por el Gobierno de turno a personas sin merecimientos para recibirlos (2000); De todos mis enemigos el libro es el peor, crítica al lamentable trato que se dio en nuestro aeropuerto a los escritores extranjeros que acudieron a la Feria del Libro (2001); Abuelazón de un chombo ñampeado, donde se censuran de forma jocosa las actuaciones de autoridades gubernamentales y se alude a la incorporación de panameñismos de vieja data en el Diccionario de la lengua española 2001; Fiebre de condecoraciones, que habla con ironía de la facilidad con que los legisladores del momento «proponen crear condecoraciones con la misma premura con que les cambian los nombres a los estadios» (2003); Viveza, con comentarios mordaces sobre el comportamiento y las actitudes poco éticas del panameño en general (2004), y Muestras de creatividad criolla, en la que llama la atención sobre los nombres propios en América Latina (2004).